Y TÚ MAMÁ TAMBIÉN
Además de un retrato feroz del México reciente, de una fábula sobre los desórdenes de la juventud y una road movie con posos de nostalgia, Y tú mamá también es una celebración de la vida. Disecciona violentamente el nacimiento y muerte de la amistad de sus protagonistas, el vacío que les queda a causa de su falta de madurez tal vez, de los avatares del tiempo, de las pequeñas rencillas.
La proximidad a la muerte, el deseo que sufre y paladea el personaje de Maribel Verdú por decantar la vida en todas sus variantes, la intensidad de las experiencias, el fin que los va rondando sigiloso, la crítica acerada a través del cristal social y político del país latinoamericano…
Quedémonos con las palabras de Luisa: “la vida es como la espuma, por eso hay que darse como el mar”.
Alfonso Cuarón, con la cámara casi continuamente en mano, filma una historia amarga y bella, con tres grandes interpretaciones, y un final que es golpe seco, apurado, como tantos muchos con los que nos atiza la suerte.
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